Esto es una recopilacion de información sobre la cronologia no oficial de Mario

Todos hemos disfrutado de los videojuegos de Mario en todas las plataformas de Nintendo. Desde los salones recreativos con Donkey Kong hasta la última incursión en Mario y Sonic y los Juegos Olímpicos de Londres,
Mario siempre se ha caracterizado por tener múltiples talentos, ya sea
enfrentándose a monos secuestradores, a monarcas lagartos y su prole
demoníaca, o bien jugando al fútbol, ejerciendo de juez de silla o
salvando vidas con una bata de médico. Mario es el verdadero hombre del Renacimiento y todos los nintenderos nos hacemos dos preguntas: ¿hasta dónde llega su genio? y ¿cómo consigue hacerlo todo?

La respuesta está en el
siguiente manuscrito. Es el secreto mejor guardado de Nintendo, aquel
que permanece en un baúl bajo siete llaves, metido en un saco con siete
candados, dentro de una caja con una cerradura de siete pernos y
protegido por una hidra de siete cabezas, en el sótano de un castillo de
siete mil habitaciones con un foso de siete metros de ancho lleno de
lava ardiente. Lava ardiente ácida. Con cocodrilos. Cocodrilos
venenosos. Siete cocodrilos venenosos y radiactivos. Lo que estáis
dispuestos a leer es un tesoro arrebatado a una de las compañías más
celosas de su intimidad que existen y es depositario de un conocimiento
que harán que no volváis a ver a Mario con los mismos ojos. 

Muchos goombas han muerto para traer esta información.

Todos tenemos comienzos humildes
y Mario no iba a ser menos. Era un fontanero que sobrevivía en las
calles de Brooklyn junto a su hermano, Luigi. Un buen día tuvo que
enfrentarse al problema al que tarde o temprano a todo hombre llamado a
hacer grandes cosas le surge: rescatar a su novia de las garras de un
mono gigante. El simio en cuestión se encaramó en lo alto de una obra y
arrambló con todos los barriles que los pobres trabajadores usaban para
encender las hogueras en las frías mañanas de enero. Mario, que ante la
prensa decidió usar el pesudónimo de Jumpman, derrotó
al gorila y salvó a su novia. Este acontecimiento tuvo muchísima
repercusión intenacional y los periodistas que se hicieron eco de la
noticia se contaron por centenares.

Haciendo un poco de publicidad encubierta durante las entrevistas después del suceso Donkey Kong, Mario consiguió
un gran trabajo en las cloacas de la ciudad (en vez de abrir un bar de
copas, como hace todo el mundo). Para tal fin, pidió ayuda a su hermano Luigi y juntos se internaron en un mundo lleno de animales salvajes y peligros inimaginables. Habían nacido los Mario Bros.

Mario al principio no lo
quería reconocer, pero su trabajo le aburría y no le completaba como
persona. Compartió sus inquietudes con su hermano y ambos descubrieron
que estaban en la misma situación. Transcurrió así una época en la que
ambos vivieron una profunda crisis de identidad y se
dedicaron a las más variopintas profesiones en una búsqueda incansable
de ellos mismos. Luigi intentó montar un negocio de venta de
aspiradores, pero fueron los años en que un tal Kirby irrumpió en el
negocio con unos precios imbatibles y su negocio se fue a pique. A Mario
no le iban mejor las cosas, sobre todo en el plano personal, y acabó rompiendo con Pauline, su novia.

Fue un día que, desesperado, a
punto de cometer una locura mientras preparaba doscientas pizzas con
anchoas para una boda, la salvación llamo a su puerta. La Princesa Peach, del Reino Champiñón, había sido secuestrada por el malvado tirano Bowser.
Fue la señal que el fontanero había estado esperando y, llamando a su
hermano, se lanzaron a la aventura para rescatarla. Fue en esta aventura
en la que Mario definió una parte importante de sí mismo, descubriendo
las propiedades de la flora del Reino Champiñón mientras avanzaba por
sus llanuras, acantilados, cuevas y mares hasta llegar al mismísimo
castillo de Bowser (que no se sabe cómo, tenía la puerta abierta). Tras
derrotar a las innumerables legiones de goombas y koopas, Mario
finalmente derrotó a Bowser en combate singular y lo hundió en un lago
de fuego (tradición que luego revivirían una y otra vez). Mario salvó a
la princesa y consiguió su beso, por lo que su vida volvía a estar encauzada
gracias a su redescubierta vocación de salvar a doncellas en peligro (y
porque acababa de dar el braguetazo y se mudaba a un castillo con
sirvientes).

Entramos ahora en una etapa
confusa acerca de los acontecimientos que siguieron a la operación
"Super Mario Bros.". Por un lado, ciertas fuentes afirman que nada más
mudarse al castillo de Peach, Mario viajó con Luigi, Toad (el principal esclavo sirviente de la princesa) y la propia princesa a un reino oriental,
Subcom, con alfombras voladoras y bichejos enmascarados de lo más
variopinto. Allí, se dedicarían a coger verduras para arrojárselas a los
enemigos y rescatar Subcom de las garras de una malvada rana
vegetariana que odiaba los chuletones de Ávila: Wart.

Otras fuentes afirman que todo esto no habría sido más que un sueño de Mario
después de intoxicarse con unos champiñones en mal estado y que la
segunda aventura de Mario es en realidad otra, muy parecida a la
operación "SMB". Sin embargo, es cierto que hay muchos elementos de las
aventuras posteriores de Mario que comparten características con ambas
situaciones, por lo que no podemos llegar a ninguna otra conclusión que
no sea que el universo de Mario se divide en dos líneas temporales diferentes.
El hecho indiscutible que demuestra esta teoría de mundos paralelos
tiene lugar en 1989, año en el que Mario vive dos aventuras de forma
simultánea de lo más variopinto.

Por un lado, Bowser toma represalias con Mario y no sólo eso, sino que reúne a sus siete hijos
para vengarse del fontanero. Ni corto ni perezoso, pone en marcha la
maquinaria de su ejército de barcos voladores y vuelve a secuestrar a la
princesa Peach. Después de recorrer medio mundo y conseguir nuevos
poderes, como convertirse en mapache para poder volar y el anfibio traje
rana, Mario consigue rescatar de nuevo a la princesa Peach.

Por otro lado, el malvado extraterrestre Tatanga secuestra a la Princesa Daisy
del lejano reino de Sarasaland (N. del A. No, el nombre no es ninguna
coña). Mario recorrió océanos y cielos, e incluso se internó en
laberínticas pirámides, hasta rescatar a esta nueva doncella en apuros.
La prensa rosa hizo estragos en ambos reinos y Mario se convirtió en una
estrella sin precedentes del papel couché, ya que ligaba con princesas
como quien se cambiaba de camisa. Sin embargo, Daisy no dejó de ser una
distracción momentánea y pronto volvió junto a Peach.

Después de esta trágica ruptura se cree que Daisy se
refugió en los brazos de Luigi, el hermano de Mario. No somos nosotros
quiénes para discutir acerca del parecido entre hermanos, de la
superación de relaciones amorosas ni de lo irónico que resulte que Luigi
pudiera ser algún día el rey de un lugar llamado Sarasaland.

Quedan así confirmadas (por ahora) dos líneas temporales en la Cronología
(no oficial) de Mario. Por un lado tenemos una en la que Mario no
siente el impulso de rescatar a todas las damiselas secuestradas del
mundo y en el que permanece junto a la princesa Peach (al menos mientras
no está secuestrada por Bowser). Es la que llamaremos Línea Temporal Bowser
(LTB) . En la segunda línea temporal Mario es un poco más veleta y
viaja de un lado a otro enfrentándose a enemigos más curiosos y
extraños. Es la Línea Temporal Caótica (LTC).

En esta Línea Temporal "B"
ya hemos visto cómo después de que Mario conociera a la princesa Peach
tuvo que volver a rescatarla en circunstancias muy parecidas a la
primera vez y, luego, Bowser llegó con sus siete hijos para tomar
venganza. Poco duró la paz en el Reino Champiñón, ya que Bowser volvió a la carga
y secuestró de nuevo a Peach, llevándosela a su castillo. Aquí Mario
conoció a la que ya sería su montura a partir de entonces: Yoshi,
un dinosaurio con una lengua de longitud extraordinaria y más majo que
un bloque de monedas infinitas. Mario y Luigi colaboraron de nuevo en su
aventura más grande hasta la fecha en las Llanuras de los Donuts, las
Islas de Chocolate e incluso las Colinas de Vainilla, hasta derrotar de
nuevo a Bowser, que lejos de darse por vencido, terminó de sumirse en su
trastorno obsesivo y comenzó a vivir en su propia fantasía psicótica,
fantasía con la que comenzó a contaminar a Bowser Jr., su heredero.

Con este nuevo rescate
de la princesa Peach, llegó el periodo de calma más largo que vivió el
Reino Champiñón desde 1985. Fue una época en la que la prensa decidió investigar algo acerca del pasado del fontanero,
su más tierna infancia, encontrando un dato increíblemente
sorprendente. Resulta que Yoshi y Mario se conocían de antes y que el
primero fue, en realidad, el guardián del fontanero cuando este apenas
era un infante. Muchos años atrás una cigüeña extravió su carga en la
Isla de Yoshi: dos pequeños retoños con sendas gorras con sus iniciales. Efectivamente: Mario y Luigi.
Quien los encontró no fue otro que Yoshi, que ya entonces supo ver algo
muy especial en los dos pequeños. En sus intentos por devolver a los
niños a su madre, hubo un malvado que intentó secuestrarlos, no por nada
especial, sino porque era así de malo. ¿De quién podríamos estar
hablando? Efectivamente: de Baby Bowser.

El hecho de que Mario, Luigi,
Yoshi y Bowser estaban conectados desde el nacimiento de los hermanos
fue el hecho que marcó su historia y la otorgó del estátus de leyenda y predestinación.
Justo después de la revolución mediática vivida en el Reino Champiñón
fue el cumpleaños de Mario y Peach organizó una fiesta VIP en su
castillo. Era la oportunidad perfecta que Bowser había estado esperando.
El malvado monarca había contemplado con odio y rabia cómo Mario, Luigi
y Yoshi asistían a todas las tertulias de la TV a contar su historia y
cómo el libro, el videojuego y la película sobre cómo se conocieron
durante su infancia eran un éxito clamoroso. Bowser
había sido dejado de lado y no estaba viendo una sola moneda de los
royalties, así pues hizo lo que mejor se le daba: secuestró a la
princesa y hechizó su castillo después de robar las 120 Estrellas de Poder.

Mario, esta vez sólo, entró
de forma heroica en el castillo y recuperó las estrellas de poder
entrando dentro de los cuadros que Bowser había hechizado y luchando en
medio de desiertos, montañas nevadas, en el interior de un reloj, en un
volcán e incluso contra enemigos gigantes. Gracias al valeroso periodista Lakitu, que acompañó a Mario durante toso el periplo con su cámara, esta es la aventura de la que se tiene mejor documentación.

En esta Línea Temporal "C" ya
hemos visto cómo Mario viajó a un mundo oriental para derrotar a una
rana vegetariana con mala uva (con mala leche no, porque es un producto
animal) y luego rescató a la Princesa Daisy del reino de Sarasaland de
las garras del malvado extraterrestre Tatanga.

Pero mientras Mario estaba fuera y vivía su particular affair con Daisy, apareció un extraño personaje llamado Wario,
del que a día de hoy todavía no se tiene mucha idea de cuáles son sus
orígenes. Ciertas fuentes afirman que se trata de un tercer hermano separado de Mario y Luigi al nacer, mientras que otras sostienen que se trata de un clon malvado. Como veremos más adelante, con la aparición de Waluigi, es ésta segunda teoría la que parece tener más visos de ser real.

En cualquier caso, Wario, un
personaje gordo, soez, egoísta y obsesionado con el dinero, usurpó el
trono del Reino Champiñón. A su vuelta de Sarasaland, Mario se puso
manos a la obra y expulsó a Wario, aunque sus caminos se encontrarían a
partir de entonces una y otra vez.

A
continuación se origina uno de los hechos más vergonzosos de la
historia de Mario, poco conocido y que el propio fontanero ha intentado
ocultar por todos los medios, por vergüenza a su comportamiento
deplorable y mezquino. ¿Alguna vez os habéis preguntado qué ocurrió con Donkey Kong
después de que Mario lo derrotara? Muchos se piensan que el simio fue
extraditado a una isla lejana y que fue ahí donde vivió sus propias
aventuras, sin embargo la realidad es bien distinta. El simio fue
extraditado, efectivamente, pero el vengativo Mario, además, borracho de
poder por la fama y el éxito, ordenó que lo encerraran en una jaula y lo dejaran ahí abandonado.

Sin embargo, nadie contaba con Donkey Kong Jr.,
el hijo del enajenado gorila. En cuanto Mario se enteró que el vástago
estaba buscando a su padre, fue a la selva para evitarlo y montó un
sistema de seguridad basado en serpientes, pájaros y cerraduras. Sin
embargo, Mario fue derrotado y padre e hijo chantajearon a las
autoridades del Reino Champiñón. Entre que lo que había hecho Mario
estaba muy feo y que Peach no estaba dispuesta a perdonarle tan
fácilmente el que se hubiera largado con otra princesa por ahí, se
decidió castigar a Mario de forma ejemplar. Justo en
ese momento hubo una invasión en la Torre de Choque, en medio del Reino
Champiñón. En vez de mandar a la policía, todos estuvieron de acuerdo en
enviar a Mario a resolver el problema.

Es en este momento cuando se
produjo una perturbación en la multirrealidad y, en el Universo Marvel a
Daredevil le dieron un golpe especialmente fuerte en la cabeza,
traspasando parte de sus poderes a Mario. Éste se quedó medio ciego,
pudiendo distinguir tan sólo dos colores, pero podía ver las vibraciones
que provocaban los enemigos al pasar y no tuvo problemas para
localizarlos en el interior de la oscura Torre, salvando una vez más el reino Champiñón y aprendiendo la lección de no abusar de simios que pesan 300 Kg más que uno.

Vimos cómo evolucionaron las primeras
aventuras de Mario y la primera división temporal de su Cronología (no
oficial). Por un lado tenemos la Línea Temporal Bowser, en el que el malvado lagarto intenta una y otra vez secuestrar a la princesa Peach. Por otra parte, tenemos la Línea Temporal Caótica,
en la que Mario se enfrenta a varios enemigos extraños como Wart (una
rana picajosa y resabiada), Tatanga (un marciano con juanetes) y Wario,
el reverso tenebroso del propio Mario.

Las historias de Mario cobran un tinte aún más vertiginoso a partir de ahora. Os invitamos a continuar leyendo para descubrir los misterios del Espacio Tiempo.

Hubo un hecho que creó una conmoción en
el multiverso y abrió una brecha que cambió para siempre una de la
muchas realidades de Mario. Hablamos, por supuesto, del cuando Mario fuera derrotado
por Donkey Kong Jr. La inestabilidad de este acontecimiento, unido a
que Bowser viajaba de aquí para allá por el tiempo (lo explicamos un
poco más adelante) y a las resonancias cuánticas retroactivas de cuando
Wario abandonó la Línea Temporal C (hecho que también veremos más
adelante, en Crisis de Champiñones Infinitos), produjeron una nueva línea temporal.

En ésta, Mario, arrepentido, se aleja de
la vida pública momentáneamente y sufre una nueva crisis de identidad.
Obtiene numerosos trabajos menores, como juez de silla en partidos de
tenis, o árbitro de boxeo, pero acaba por hacer un curso por correspondencia de medicina
y gracias a él se acaba con una peligrosa plaga de virus que estuvo a
punto de asolar el Reino Champiñón. Después de este acontecimiento, el
laboratorio farmacéutico en el que trabajaba decidió aprovechar la fama
del exfontanero y usar su aspecto amigable y bonachón como nueva cara de
la empresa.

El primer acontecimiento de esta nueva campaña de imagen fue comprar una escudería de karts
y poner a Mario a competir en los circuitos profesionales. Mario hizo
unas cuantas llamadas a gente de su pasado y consiguió reclutar a muchos
más corredores para el que acabaría por convertirse en el deporte
nacional del Reino Champiñón.

Pero la temporada de karts no duraba
todo el año y Mario descubrió en el deporte su gran pasión, por lo que
se dedicó a ello en alma y cuerpo. No tardó en montar su propio
campeonato de tenis, de fútbol, golf, baloncesto, baseball... Además de
celebrar Galas Benéficas en forma de fiestas con minijuegos y concursos
de baile con mucho famoseo y alfombra roja.

Recientemente en esta línea temporal se
vivió una revolución, ya que las interferencias que surgen durante el
Torneo de Artes Marciales Interdimensional de la Mano Galáctica hicieron
que este universo colapsara con otro universo vecino (que no tenía nada
que ver el pobre). En este universo vivían muchos animales
antropomórficos y un genio del mal obsesionado con fabricar robots
destructivos. El líder de esta nueva raza de personajes se llamaba Sonic y él y Mario decidieron que, para hermanar ambos universos, no había nada como celebrar unos Juegos Olímpicos.

Después de ser apalizado sin ningún
miramiento por Mario, y habiendo perdido las 120 Estrellas de Poder,
Bowser preparó su venganza y terminó haciendo lo que todo genio del mal
acaba fabricando más tarde o más temprano en sus intentos por acabar con
su héroe particular: una Máquina del Tiempo.

Lo primero que hizo fue retroceder a la
época en la que Mario se ganaba la vida desatascando tuberías en
Brooklyn, para estudiarle y aprender todo lo posible de él para su
enfrentamiento definitivo. El momento escogido fue cuando Mario
trabajaba en una cuadrilla de demolición, que fue cuando perfeccionó su
uso del martillo, aprendió a trepar ágilmente por escaleras y lianas y,
por supuesto, le cogió gustillo a romper cuanto muro de ladrillos se le
plantaba por delante.

Después de aprender los secretos de
Mario, Bowser por fin se decidió a poner en práctica su plan definitivo y
empezó a viajar por el tiempo por todas las épocas para robar objetos de incalculable valor
histórico para la humanidad, la champiñonidad y la koopanidad. Pero
como siempre le ocurre, se volvió a dejar las puerta del castillo
abierta y Mario, al darse cuenta de que estaban desapareciendo obras de
arte (ya que él no perdía la memoria porque estaba predestinado a salvar
al mundo por aquello de que hay ciertas cosas que no cambian por el
mero hecho de que se van a terminar arreglando en un futuro no
determinado dentro de un hiato en el interior una corriente contínua de
espacio tiempo) se dio cuenta enseguida de que Bowser volvía a hacer de
las suyas y consiguió detenerle de nuevo.

Sin embargo, Bowser hizo mucho más que choricear cosas en el pasado de la humanidad ya que, gracias al llamado Efecto Mariposa,
introdujo sutiles cambios al aplastar al bicho que no debía y comerse a
la persona equivocada. Pequeños cambios pueden generar, en el devenir
de la historia, grandes modificaciones (¿Y si el trompetero mayor de
Camelot hubiera estornudado mientras el Rey Arturo nombraba caballero a
Sir Lancelot con Excalibur?). El hecho que debe importarnos es que los
cambios que hizo Bowser tuvieron su eco a través de todo el multiverso y
creó nuevas realidades y entrelazó otras muchas otras.

La primera de estas consecuencias fue la aparición de Wario en
la Línea Temporal B. Debido a que Bowser continuaba en un estado de
inestabilidad cuántica por culpa de sus recientes viajes en el tiempo,
era necesario que un objeto de igual masa y volumen ocupara su lugar en
la realidad para reestablecer la matriz de la causalidad. Sólo había una
posibilidad satisfactoria para el universo: Wario.

Así pues, Wario apareció en la Línea Temporal Bowser y volvió rápido a las andadas, desarrollando un arma definitiva
para derrotar a Mario. Un arma que luego se usaría incluso en juegos de
otras franquicias, siempre enfocada al latrocinio más perverso y
mezquino. Hablamos, como no, del cubo en la cabeza. Lamentablemente
(para Wario, se entiende) habría que viajar muchos años en el futuro y
cambiar de videoconsola y de franquicia para que tal truco funcionara de
verdad para robar nada. Wario fue derrotado de nuevo.

Mientras todo esto ocurría, Bowser tendría que haber aparecido en la Línea Temporal Bowser, pero se desvió en una de las salidas antes del túnel soterrado de la Autopista Galáctica de nuestro sector y acabó aterrizando en otra línea temporal,
modificando la matriz física del Reino Champiñón de esta realidad,
reestructurándola y eliminando una de las tres dimensiones en el
proceso, dejándolo todo muy, muy planito (como nuestro encefalograma al
intentar descifrar esta cronología).

Se creó así la Línea Temporal Paper.

Como no sabía dónde estaba exactamente, a
Bowser sólo se le ocurrió una cosa que hacer: secuestrar a Peach. Justo
cuando Mario lo estaba derrotando (esto ocurre cada vez más rápido, ¿no
os parece?) apareció Exor, una espada gigante, y, antes de que el
malvado rey dragón se diera cuenta, se tuvo que aliar con Mario para reunir Siete Estrellas
que habían caído del cielo y evitar que Peach se casara con un vikingo
(no hay que olvidar que la Línea Temporal Paper deriva de una realidad
casi idéntica a la Línea Temporal Caótica y que ese nombre no está
puesto por un capricho del redactor: ¡esto es ciencia!).

Mientras todos se alegran de haber salvado a la princesa y Bowser terminar de encajar en esta nueva realidad, aparece una nueva especie de extraterrestres, los Shroobs, que vuelven a secuestrar a la princesa Peach. Mario y Luigi se alían con sus versiones infantiles
(que pasaban por ahí en medio de toda esta sopa espaciotemporal) y
consiguen rescatarla.  Sin embargo, entre las injerencias de Exor y
ahora la de los Shroobs se produce una nueva distorsión de la realidad.

Discriminada totalmente porque ella también quería viajar entre dimensiones, la enfermedad que Doctor Mario
consiguió erradicar en la Línea Temporal D decide darse un paseillo y
acaba recalando en la Línea Temporal Paper. Para acabar con ella, Mario y
Luigi se meten en el interior del cuerpo de Bowser, como en la película “El Chip Prodigioso”, hasta conseguir acabar con ella.

Ya todo el mundo creía que reinaría la
paz, al menos un par de semanas para dar cumplimiento al Convenio
Colectivo, pero aparentemente el Reino Champiñón debe tener una entrada
importante en la Guía del Autoestopista Galáctico y una tercera (o era cuarta) raza de aliens,
los X-Nauts, llegan al Reino Champiñón y quieren socializar, todo de
buen rollito. Lo malo es que para caer bien habían estudiado las
costumbres de la zona e hicieron lo que todo el mundo (y lo que
aparentemente debe venir recomendado en la Guía del Autoestopista
Galáctico): secuestrar a Peach, haciendo de paso una gimkana con
cristales estelares, que Mario, por supuesto, superó con nota.

El último episodio de este universo se da cuando el malvado Conde Cenizo decide
destruir el tejido temporal del universo casando a Bowser y a Peach,
sin darse cuenta que bastaba con estornudar un poco más fuerte en el
lugar indicado, tan revuelto estaba ya todo. Secuestra a Peach (que debe
de tener un bono de secuestros la tía) y organiza un guirigay de mucho
cuidado (con bug incluido).

Afortunadamente Mario recupera algo de
las tres dimensiones que faltaban a este universo y comienza su sanación
poco a poco. Baste decir que consiguió rescatar a Peach y restaurar
esta brecha dimensional.

Cuando Bowser retrocedió en el tiempo
para vigilar los comienzos de Mario no lo supo en un primer momento,
pero fue visto por gente de la cuadrilla de demolición.
Al no estar acostumbrados a ver en Brooklyn lagartos de tres metros (al
menos no a pie de calle) se produjeron varios accidentes laborales y el
arquitecto de la obra los despidió a todos.

Mario, deshauciado, acabó pidiendo ayuda a su hermano Luigi,
que por aquel entonces comenzaba un negocio de aspiradores. Esto
produjo una nueva línea temporal que llamaremos Línea Temporal L, Línea Other Luigi o, simplemente, LOL.

En esta línea temporal, Luigi hereda una mansión encantada,
pero Mario, ya que no tenía casa, aprovecha para mudarse antes de que
Luigi hiciera la limpieza espiritual pertinente. Luigi entra en la
mansión para rescatar a su hermano de los fantasmas, armado únicamente
con su aspiradora último modelo y una linterna (ríete tú de los
reactores nucleares portátiles y de los rayos de positrones de los
cazafantasmas).

Luigi comenzó así una exitosa carrera como desencantador de mansiones y se metió de lleno, además, en el negocio inmobiliario.
Entre una de sus muchas inversiones (y para darle algo que hacer a
Mario, que no paraba de meter las narices en sus negocios) le regaló a
su hermano una fábrica de juguetes. Donkey Kong (que en
esta realidad está rehabilitado) ve anuncios en la televisión de los
minimarios que fabrica Mario en su fábrica (no hablaremos del increíble
narcisismo del que adolece Mario en todas sus realidades) y quiere uno,
pero se convierte en el juguete más deseado de la Navidad y se venden
todos los de las tiendas.

Donkey Kong, frustrado roba todos
los minimarios de la fábrica de montaje y Mario se lanza al rescate de
su producción para mantener los costes de fabricación y no tener un
descubierto en su contabilidad. La historia acaba con Mario regalándole
un muñeco a Donkey Kong y todos tan amigos (para haberlo sabido antes).

Los minimarios fueron tan famosos que Luigi compró un solar y con su contructora creó junto a su hermano un gigantesco parque de atracciones.
Y aquí se volvió a montar, porque un descerebrado invitó y sentó a la
misma mesa de la recepción a Donkey Kong y a Pauline (la primera novia
de Mario que fuera secuestrada por el simio y que dio origen a todo
esto). Al pobre Donkey se le cruzaron los cables y sufrió una regresión
mental (todavía está por confirmar que no se tratara en realidad de una
posesión temporal regresiva del primer Donkey Kong) y la vuelve a
secuestrar. Al final todos fueron felices y comieron perdices, pero en
la actualidad Donkey Kong sufre en esta realidad una orden de
alejamiento de 200m respecto a Pauline.

Bowser vuelve de su
viaje temporal y la matriz de esta línea temporal se recupera,
expulsando a Wario de ella que, en vez de regresar a su línea temporal
apareció en la Línea Temporal D, uniéndose a las carreras de karts y
diversos juegos que organizaba Mario.

Después de un tiempo en familia,
recuperando el tiempo perdido, Bowser decide volver a la carga y
aprovechar las vacaciones de Peach y Mario a Isla Delphino para volver a secuestrarla. En este episodio hace aparición Bowser Jr.,
que durante años oyó de labios de su padre que Peach es su verdadera
madre y está igual de zumbado que el monarca. Ensucian el nombre de
Mario con un malvado doble y vuelven a secuestrar a Peach, pero el
fontanero consigue salir victorioso de nuevo.

Después, en rápida sucesión, Baby Bowser
vuelve a secuestrar a Peach y, cuando es derrotado, su padre hace lo
mismo una tarde que no tenía nada más que hacer y pasaba por el barrio.
Mario esta vez tuvo que pedir ayuda a Luigi y a dos Toads (además de a
Yoshi) para poder salir airoso, pero al final todo se arregló a tiempo
para un evento muy especial del Reino Champiñón.

Hablamos, por supuesto, de la famosa lluvia de estrellas fugaces.
Cuando estaban todos reunidos en el Castillo de Peach, dispuestos a
disfrutar del maravilloso espectáculo que sólo se repetía cada muchos
centenares de años, Bowser volvió a la carga y robó todo el castillo con
la princesa en su interior gracias a los nuevos poderes que había
adquirido.

Mario conoció entonces a Estela, que
viajaba a lo largo y ancho del universo criando futuras galaxias, que
estaba muy precocupada porque Bowser amenazaba con destruir todo el
universo con su nuevo poder (sin darse cuenta que toda la realidad
estaba ya hecha bastante pena con tanta línea temporal y tanta
zarandaja). Este poder era el de las 120 estrellas del Obervatorio
Galáctico de Estela y Mario se dispuso a recuperarla a lo largo y ancho
del universo. Sin embargo, Bowser consiguió en un primer momento su objetivo
y destruyó todo el universo (en su línea temporal, claro está, en la
Línea Temporal D estaban todos tirándose conchas azules e insultándose
los unos a los otros de buen rollito a eso de las 22:00). Mario
consiguió detenerlo gracias al sacrificio de un valiente trocito de estrella, que, en el último momento, construyó una realidad completamente nueva.

La paz duró muy pocos meses, porque
Bowser secuestró a la princesa de nuevo para que le cocinara un pastel
(nos podríamos preguntar por qué de un motivo tan simple, pero viendo lo
que hemos visto ya no tenemos fuerzas para indagar más). Mario se
dispuso a explorar el nuevo universo mientras recuperaba estrellas y
creaba nuevas galaxias a su paso, ampliando el mundo. Por supuesto, que
tuvo éxito en su empresa y, por supuesto, que Bowser no tardó mucho más
en volver a la carga.

Para celebrar la victoria del evento “Super Mario Bros. 3”, Mario había plantado un árbol Tanooki,
cuyas hojas tansformaban en mapache a quien las tocara. Bowser se
apropió del árbol y de todas sus hojas y dotó a todo su ejército de
colas esponjosas y achuchables de mapache. Y no sólo eso, sino como la
princesa Peach estaba por ahí... pues la secuestró también, para no
perder la costumbre. Mario, sin pensárselo mucho
(bueno, se lo pensó un poco porque estaba empezando a sospechar de que
Peach no estaba oponiendo toda la resistencia que debería y que en el
fondo le gustaba que la secuestraran) se lanzó al rescate y finalmente derrotó a Bowser arrojándole a un lago de fuego.

Existe una entidad más allá del Tiempo y
el Espacio. Una entidad que le gusta de observar realidades y que luego
juega con sus ocupantes en coliseos macabros llenos de armas y trampas.
Una entidad que gobierna con puño de hierro a sus secuaces, que con un
sólo dedo es capaz de doblegar voluntades. Hablamos, por supuesto, de Master Hand.

Este poderoso ser, contemplando el caos
que reinaba alrededor de Mario, se encaprichó de esa realidad y de las
que tenía más cerca. Por tanto, haciendo gala del inmenso poder C+V, creó un mundo y lo moldeó copiando los lugares más conocidos de esas realidades. Después, a través de las dimensiones, secuestró a sus sujetos más poderosos y los puso a luchar entre ellos por la hegemonía (creando de paso una pseudorrealidad compendio; una Pseudendio).

Mario se vió secuestrado junto a Peach,
Luigi, Yoshi, Bowser, Donkey Kong y muchos otros sujetos que no conocía
de nada, tales como Wario (este Mario era de esa otra realidad), Link,
Zelda, Kirby o Samus (de la que no sabrían que era chica hasta mucho
después por no disponer de un buen abrelatas). Se vieron obligados a
luchar entre ellos hasta que sólo quedó uno en pie para luchar contra la
terrible Master Hand.

La batalla fué épica y consiguieron salir victoriosos, pero estaban atrapados en esta realidad,
sin posibilidad de volver. Pasaron unos cuantos años hasta que llegaron
nuevos luchadores de allende de las dimensiones. Eso sólo podía
significar que Master Hand había vuelto (aunque podía
ser otra Master Hand diferente de otra realidad, pero este es un dato
imposible de confirmar). De nuevo fue derrotada.

Finalmente, una tercera oleada de luchadores apareció
en el mundo, mucho más fuertes que antes. Aparecieron más objetos
misteriosos, las fronteras de la realidad se ampliaron y Master Hand
volvió a aparecer dispuesta a acabar con todos ellos de una vez por
todas. Por supuesto, dio con sus huesos en el suelo y no se han vuelto a
saber más de ella, aunque se rumorea que está preparando un cuarto
asalto.

Fuentes:

http://www.revogamers.net/noticias/sin-categoria/articulo-cronologia-mario-parte-i-7734.html

http://www.revogamers.net/noticias/sin-categoria/articulo-cronologia-mario-parte-ii-7756.html

http://www.revogamers.net/noticias/nintendo/articulo-cronologia-mario-parte-iii-7783.html